¡Pañales fuera! Consejos prácticos para esta etapa.
Posteado 09/03/2015
Cuando decidimos quitarle el pañal a nuestro hijo debemos tener, ante todo, mucha paciencia. Como toda adquisición de un hábito el proceso es lento y es posible que a lo largo del camino haya algún retroceso.
Para conseguir afianzar el hábito es necesario que el niño no tenga ansiedad, y reforzar las motivaciones de tu hijo ante el nuevo reto de vivir sin el pañal.
Existen unos consejos que debemos tener en cuenta cuando decidimos quitar el pañal a nuestros hijos:
- Si decidimos quitarle los pañales, no se los volveremos a poner bajo ninguna circunstancia. Antes de hacerlo, se debe consultar con un profesional Presentar el hecho de quitar el pañal como un privilegio de mayores (papá y mamá lo hacen como él, y su hermana pequeña no porque es un bebé)
- Sentarlo en su inodoro cada día a la misma hora. Puedes contarle un cuento o leerle un libro mientras “espera”. Quizás al principio cueste pero poco a poco irá adquiriendo el hábito.
- Después de ir al baño adecuadamente, debes felicitarlo como si hubiera conseguido lograr algo bueno.
- Haz un cuadro de doble entrada donde aparezcan los días de la semana y las variables “pipí y pupú”. Cada vez que controle sus ganas correctamente, colócale en la casilla correspondiente una calcomanía divertida que le sirva de estímulo para seguir haciéndolo bien. ¡Dibújale en uno de sus deditos una cara sonriente!
- Si fracasa en el intento, no le des más importancia (se que esto es difícil pero debemos tratar que no se nos note la desilusión). Si a tu hijo se le escapa el pipí, que se cambie y se limpie solo con una toallita húmeda (luego lo repasas tú). Si es pupú, lo limpias sin culpabilizarlo y lo animas a continuar intentándolo (esta es la parte más dura).
- No le dejes beber líquido dos horas antes de ir a la cama o, al menos, reduce la cantidad de éste. Vigila los alimentos que ya llevan suficiente cantidad de líquido.
- Acostúmbralo a hacer pipí varias veces al día, es decir, que no retenga la orina hasta que no pueda más. Al revés de lo que parece, retener mucho no fortalece la vejiga sino que la debilita.
- Puedes “jugar” a cortar el pipí varias veces, reteniendo la orina unos instantes, volver a relajar los músculos, retener y así sucesivamente. Es un buen ejercicio para enseñarle a controlar los músculos de su vejiga.
- Debe hacer pipí antes de ir a la cama. Posteriormente, cuando tú también te acuestes más tarde, puedes levantarlo y acompañarle al baño.
- No te desesperes si tarda en controlar del todo: todos los niños tienen su ritmo de maduración y eso se ha de respetar.
- Sobre todo, no le presiones y alábalo sin miedo a exagerar siempre que actúe positivamente. Prémialo con tus abrazos y aplausos y si fracasa alguna vez…no lo castigues. Seguro que él mismo ya se siente mal.
Fuente: solohijos.com
